La retracción o "inversión" de los pezones de las mamas puede ser causada por múltiples factores.
Cuando la inversión del pezón es debida a la fibrosis de los conductos galactóforos, la solución definitiva será la intervención quirúrgica (con anestesia local sin ingreso en clínica), que permite exteriorizar el pezón, liberándolo de las estructuras que lo mantienen enterrado.
La incisión que se efectúa en la base del pezón es de unos 4 milímetros, que deja una cicatriz residual totalmente inaparente. Deben retirarse los 2 o 3 puntos de sutura a las dos semanas.
Los resultados obtenidos son permanentes.